Este apartamento, situado en un entresuelo en el Eixample barcelonés, tiene acceso a un jardín dentro de la parcela. Tiene una planta alargada y estrecha con un patio intermedio que recibe poca luz debido a su posición elevada (entresuelo).
La propuesta del propietario era crear dos viviendas diferenciadas; una orientada a la calle Diputación y otra al jardín interior. Este proyecto se realizaría dividiendo las dos viviendas, con el vestíbulo y el patio (accesible en esta planta) como únicos nexos comunes.
Estas condiciones, unidas a que la cocina se diseñó como un espacio abierto con una mesa de comedor corredera (que se alarga a medida que se desplaza por los raíles) que podía albergar de dos a doce personas.